Este Congreso del pasado 11 de junio significó una ubicación correcta del Partido Socialista en el análisis del país y un reverdecer de la práctica como elemento transformador de la realidad.
La constitución del FAP tomó como eje central de esta integración el programa, el cual será presentado a la sociedad el próximo 22 de septiembre del 2011.
Se abre así una nueva oportunidad de crecimiento y desarrollo de nuestro partido. Las ideas que deben renovarse permanentemente, toman hoy como eje los compañeros y compañeras de todo el país y nos ponen ante una realidad que no fue la habitual en nuestro partido más que centenario: la posibilidad de encarnar las aspiraciones y necesidades de las mayorías nacionales desde el gobierno del país.
La práctica de la igualdad pregonada en toda su historia, impulsada en el Congreso Nacional a lo largo de distintas décadas y desarrolladas durante 22 años en la ciudad de Rosario y 4 en la provincia de Santa Fe, renovada su confianza en ambos casos por 4 años más, condicionan permanentemente a la teoría y por lo tanto nos obliga a replantearla no en cualquier sentido sino hacia aquella dirección que nos permita mejorar la calidad de vida de la gente.
Todo ello ha generado una gran expectativa en Argentina, porque somos un partido que se enriquece de su historia pero también en su propuesta actual, que necesariamente debe ser innovadora.
La fuerza de esta nueva etapa está representada por la juventud, no solo por un hecho biológico sino porque al decir de José Ingenieros no está comprometida con el pasado. Por ello, a lo largo y a lo ancho del país se percibe el crecimiento de la juventud socialista junto a las demás juventudes que conforman el FAP y la pasión que ellas ponen en la construcción del presente. Lo que mueve a la juventud no es la apetencia por un cargo sino la posibilidad de darle rienda suelta a sus ideales.
Y por supuesto que creemos fundamental para la construcción de la Argentina, la participación de los que producen y trabajan, así como de los movimientos sociales que desde la diversidad aspiran a vivir en libertad.
Iniciamos un siglo en que el socialismo puede aportar su frescura en el crecimiento del partido y del FAP. La cada vez mayor participación de compañeros y compañeras en todo el país es para nosotros un gran compromiso ante el cual un error puede significar desaprovechar una nueva oportunidad.
Las PASO terminaron, conocemos los resultados, nos preguntamos cuál es el motivo por el cual en 5 semanas de campaña logramos la adhesión de 2,2 millones personas. Esto seguramente puede tener muchas explicaciones pero lo fundamental es que confirmamos que en el sistema democrático representativo había un gran espacio carente de representación política.
Ante las elecciones del próximo 23 de octubre existe una gran posibilidad de crecimiento del progresismo en el país, el cual nos pone ante una gran responsabilidad de garantizar que ello ocurra.
Estamos desarrollando una nueva cultura que es la de las coincidencias, dejando de lado la cultura de la confrontación para poder avanzar en un sentido amplio y plural.
De la mejora permanente en la participación y en la calidad institucional que logremos en nuestro partido, dependerá en gran medida la construcción de una organización que luche por la igualdad pero también que aporte a la construcción de un FAP de calidad. Tenemos que asumir que de esa calidad institucional dependerá también la calidad institucional de nuestros gobiernos. La política así pensada es una fuerza inclusiva.
Ciudad de Buenos Aires, 2 de septiembre de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario