viernes, 23 de octubre de 2009

Ciclo de Talleres sobre la Izquierda Democrática Argentina


Fundación Friedrich Ebert
Representación Argentina

Taller: “ La Inserción Internacional de la Argentina”

Apertura a cargo de de Achim Wachendofer
Exposición a cargo de Juan Gabriel Tokatlian[1]

19 de Octubre de 2009, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Circulo Italiano, Libertad 1264

Informe

Roberto Simiand

Integrante de la Junta Provincial

En el planteo del expositor resalta que tiene una visión moderadamente pesimista sobre las opciones internacionales para Argentina. Partirá de una visión general de la situación mundial para ir puntualizando hacia el final de su exposición sobre temas directamente relacionados con la situación argentina.

Para entender el contexto mundial partiremos del análisis de la crisis mundial de 2008/09, y diciendo que la misma no se ha terminado. Más aún, la considera un emergente de un problema mayor que es la migración del Poder Global desde Occidente hacia Oriente, y que la crisis aceleró. Para sostener tal afirmación se basa en la preexistencia de tres dinámicas:

1.La dinámica demográfica con su comportamiento de las últimas 4 décadas
2.La dinámica geopolítica posterior al fin de la Guerra Fría se traslada a Asia.
3.Ahora se ha agregado la dinámica productiva, tecnológica y creativa.

Esta nueva distribución del poder mundial no se produce como un hecho natural sino que implica una pugna, un conflicto, tal como lo plantea la experiencia empírica. El fin de la hegemonía británica y el ascenso de los EEUU fue conflictivo. Un dato positivo que marcó es el hecho que en los últimos 150 años occidente ha sido más bélico que oriente.

Es extendida una idea extendida que la nueva distribución del poder implica el final de la unipolaridad, pero el autor considera esta una afirmación que no da cuenta de lo que pasa. Por ejemplo, y referido a la situación militar la unipolaridad permanece si se toma en cuenta que el presupuesto militar de los EEUU equivale a la sumatoria de los presupuestos militares de todos los demás países que forman parte de la ONU. Mantiene la capacidad de llevar cuatro confrontaciones simultaneas en todo el mundo. Paralelamente el balance entre fuerza y diplomacia al interior de EEUU definitivamente aparece como desbalanceada a favor de los militares. No hay que festejar el declinamiento inminente de los EEUU.

Otra idea extendida es que la multipolaridad genera una situación de mayor paz y tranquilidad en el planeta, pero la evidencia que surge de mirar al pasado nos dice que sólo aporta una mayor incertidumbre.

Existe una lectura simplista que determina que la crisis es la herida de muerte del capitalismo y que tal situación favorece al progresismo. Sin embargo, la lectura comparativa de la historia nos indica que luego de una crisis no se sale de ella con una visión progresista sino a través de expresiones de derecha. La crisis del 30 y la posterior segunda guerra mundial desarrollaron expresiones políticas de derecha. Del mismo modo la crisis mundial de los 70 a partir de la cuadruplicación de los precios del petróleo generó una salida por derecha tanto en el centro como en la periferia del sistema( R. Reagan, M. Tacher)

Ante esta situación el mundo progresista tiene una carencia de ideas y conceptos para enfrentar la situación. Deberíamos tener una política preventiva respecto de los pronósticos para el próximo lustro: Se espera un bajo crecimiento de la economía mundial para los próximos 5 o 10 años, que la desigualdad aumente. Que se incremente la concentración. Si todo esto pasa ¿quién puede esperar una salida de la crisis con una mirada progresista?

Una política consistente para Argentina debería ser la de reducción de daños asociados con la crisis.

Si uno se preguntara cuáles eran las tendencias antes de la crisis se podrían distinguir:

1. Una creciente conflictividad de clases producto de la desigualdad social que significa el hecho que el 85% de la riqueza generada en el mundo se concentre en las manos de 20% de las personas. La brecha de desigualdad se ha aumentados en el mundo. Por lo que en América Latina (el continente más desigual), y en particular para el caso de Argentina, parecería improbable una salida progresista.

2. Desde años antes al advenimiento de esta crisis hay un aumento de los nacionalismos (Por ejemplo Vladimir Putin en Rusia). El rechazo a la globalización crece en el mundo. Si la globalización era, en algún aspecto, una fuente de oportunidades, parece ya no ser cierto.

3. Antes de la crisis el proteccionismo económico era palpable en el fracaso de la Ronda de Doha.

4. La xenofobia se había extendido antes de la crisis. El autor francés Oliver Roy estima a partir de la evolución esperada de las tasas de migración, de natalidad y de cambio de religión que hacia el año 2048 el 48% de la población de Francia sea musulmana. Por otro lado la población de EEUU para ese mismo año se espera que en un 65% sean de origen afro, latino y oriental. Estas tendencias implican un fuerte comportamiento de mutación y cambio hacia el interior de los países.

5. Antes de la crisis la proliferación militar era evidente.

6. Antes de la crisis los niveles de contaminación ambiental eran evidentes y requerían una de la existencia de normas internacionales al respecto..

Si tenemos en cuenta todas estas tendencia existentes antes de la crisis tenemos una alta probabilidad de generar conflicto, por lo que es de esperar que el próximo lustro será muy caliente. Sería deseable un cambio en el Comité de Seguridad de la ONU.

Latinoamérica

Latinoamérica se encuentra en el momento de más alta fragmentación. Los indicadores de unidad son frágiles o declinantes. La Comunidad Andina de Naciones surgida del Acuerdo de Cartagena de 1969 prácticamente ha desaparecido con la salida de Venezuela, la inclinación de Colombia y Perú a la órbita de EEUU y de Bolivia a Brasil y Argentina

El MERCOSUR no avanza hacia una unión aduanera imperfecta, sino que retrocede y está estancada desde 1998. La manera de revertir esta situación sería a través de una fuerte institucionalización.

Coexisten en Sudamérica el país con mayor alineamiento con EEUU, Colombia, junto con el que tiene el mayor enfrentamiento, Venezuela. Países que armen el Alba; países que privilegian la relación Pacífico-Oriente; potencias emergentes como Brasil. En todo ello la aparición de UNASUR que comete el error de generar la unión antes de que la unión llegue. La posibilidad de secesión de territorios de países tales como Bolivia y Venezuela.

Paralelamente es el momento en que menos se aplica la doctrina Monroe, América para los americanos. La aparición de China en la región y su aceptación por parte de los países. El retorno de Rusia vendiendo armas en la región. La aparición de India y Sudáfrica en la región y su creciente influencia internacional. La alianza entre Francia y Brasil para la provisión de armas. La ingerencia de Irán. Todo esto se hace sin que EEUU pueda hacer algo para evitarlo.

El ascenso de Brasil como poder emergente es otro dato significativo. Para cualquier decisión que tome Argentina, Brasil resulta por un lado, una referencia inevitable, y por otro, la incapacidad de Brasil de llevar adelante un liderazgo solitario. En este punto remarca que no es lo mismo ser una potencia y que ser líder. Ambos países han agotado en modelo de relación del pasado. Nunca llegamos a estar tan enfrentados como India y Pakistán. Nunca llegamos a situaciones como las que relacionó a Francia y Alemania. Quizás la relación más próxima es la de EEUU y Canadá en virtud de su relación de asimetría. Y es preciso mencionar que en relaciones asimétricas el que más hace es el más chico.

En el próximo lustro viviremos signados por el aumento del rol de los militares en la región

1) El resurgimiento de los militares en la región. De una manera diferente a la de antaño, pero es una dimensión que reaparece en la región. El tenue control de lo militar por parte de lo civil puede entrer en entre dicho en los próximos años por varias causas.

a) La aparición del neogolpismo exitoso en el caso de Honduras, por lo que en la reacción no hay ninguna sobre actuación. Existen sectores de EEUU detrás del golpe a pesar de la posición oficial de la Casa Blanca. Dado la fuerte influencia de EEUU en la región y la existencia de gobiernos débiles como el de Guatemala o incipientes de izquierda en El Salvador puede generar nuevos casos.

b) La política de adquisición de armas de la región. Chile, Brasil, Venezuela y Colombia se modernizaron (rearmaron) con compras convencionales para la guerra clásica y no para combatir el narcotráfico. Crece el tufo de carrera armamantista en la región. Argentina no tiene una política de defensa.

2) En el combate antidrogas, salvo en Chile, Argentina y Uruguay, los militares tienen cada vez más ingerencia.

3) Las bases de EEUU en Colombia son de una enorme trascendencia y sólo el inicio de una cantidad mayor.

4) El relanzamiento de la 4ª Flotase generó sin ninguna comunicación por parte de la autoridad militar a la civil.

5) La fricción en la frontera entre Venezuela y Ecuador con Colombia reproduce en su dinámica en concepto de ataque preventivo periférico.

Argentina

La política exterior de Argentina está mal estudiada si la planteamos desde la perspectiva de un país normal, siendo que es un país que viene declinando desde hace 50años. ¿Qué hacen los países que declinan para recuperarse?

§ Un país que declina solo resurge con socios, amigos y cooperación. No necesita una política heroica.

§ Los países que declinan deben abandonar la melancolía, el resentimiento y el ensimismamiento

Debemos pensar la recuperación teniendo en cuenta la declinación. El default aisló a Argentina fuera del mundo y la reconstrucción de las relaciones llevará un lustro más. En este último viaje a la India, de enorme trascendencia, no fue cubiertos por los medios. El desinterés más el aislamiento no son entendidos como dañinos por nadie, ni por el propio gobierno. En los lugares de decisión internacional no bien atendidos por el gobierno, son lugares donde Argentina tiene un rol que jugar. Argentina terminó en el G20 por casi por casualidad. En esa instancia participar activamente y acercarse a Brasil y México resulta trascendente. Argentina no puede hacer la realpolitik del pasado: alinearse o aislarse. Debe apegarse al multilateralismo, la defensa del derecho internacional y el regionalismo.

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[1] Experto en Relaciones Internacionales. PhD en Relaciones Internacionales de The Johns Hopkins University of Advances International Studies. Profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, Buenos Aires.

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